TOMA LAS RIENDAS DE TU SALUD.

Y llegó el momento, llegó el instante en el que sin quererlo ni desearlo nuestro mundo se paró. Vivimos en una sociedad con el piloto automático puesto desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y algunos incluso durmiendo. 

Me despierto con prisa, me arreglo con prisa, voy al trabajo con prisas, a dejar a l@s niñ@s en el cole con prisa, trabajamos pensando en las cosas que quedan por hacer en lo personal o profesional, cuando estamos en nuestro tiempo libre estamos pensando en las cosas que tengo que hacer en lo laboral, familiar, personal.

Nos encanta ocuparnos el tiempo con 10.000 tareas unas detrás de otras, así cada día, cada semana, cada mes, cada año. Nos quejamos del tiempo, de las oportunidades, del dinero, del estrés, de los políticos, de las familias, de las parejas, de las enfermedades, de todas las cosas que nos faltan, o creemos que nos faltan.

¿Somos felices viviendo así?

En consulta, una pregunta que me encanta hacer a las personas que me cruzo diariamente es: ¿Eres Feliz?, después de la pregunta siempre hay un silencio y en incontables situaciones la respuesta es un NO.

La siguiente pregunta es: ¿Te sientes en Paz? En numerosas ocasiones la respuesta es NO. Si no somos Felices y no nos sentimos en Paz, ¿cómo pretendemos tener buena SALUD? Gran parte de las personas recurrimos al médico, al fisioterapeuta, al psicólogo, al terapeuta emocional, al nutricionista buscando una solución inmediata y que implique poco trabajo individual, queremos la receta perfecta, la pastilla perfecta, para seguir con nuestro ritmo de vida frenético.

¡NO! Así, ¡NO!

El tiempo es una unidad de medida que, para el ser humano, como SER, no es buen aliado, y nos seguimos empeñando en contar y descontar mientras la vida pasa. Todos los autores expertos en el tema del SER cuentan que cuando llegamos al final de nuestras vidas el pensamiento y arrepentimiento que prevalece es “lo que pudo ser y no fue”, “aquello que dejamos de hacer o de decir” por miedo, por falta de confianza, por el que dirán…

Somos la consecuencia de nuestras propias decisiones, cada instante podemos elegir en hacer algo de una determinada manera o de otra, esa libertad la seguimos teniendo. Como somos consecuencia, somos responsables.

Nos gusta la idea de pensar que el equilibrio del Ser Humano se sustenta en un bienestar físico, químico, energético y emocional, todos interrelacionados unos con otro. Y es que no puede ser de otra manera, una enfermedad o llámalo un problema “X” nos limita físicamente, altera nuestra bioquímica interior que a su vez nos resta energía y nos afecta en nuestro estado emocional. Si no rompemos esta cadena cada situación que venga se ve interferida por la situación anterior. Como la situación viene de connotaciones negativas la percepción de esa acción partirá desde ahí, afectando no sólo a nuestra causa sino también posiblemente a las personas que nos rodean.

Estamos en un momento de oportunidades y este momento lo tenemos que aprovechar. Aprovechemos este parón para mirar un poco hacia adentro, para sentir nuestro cuerpo, para escucharlo, para conocerlo. Es un bonito momento para ser observador de nosotros mismos en estos días, cómo nos relacionamos con nosotros en esta situación, con nuestra familia, con nuestra pareja, con nuestr@s hij@s, con nuestra soledad, con nuestra impaciencia, con nuestra Paz interior, etc.

Podemos observar y escribir como nos relacionamos en cada área y en cada situación y valorar si estamos siendo conscientes y/o consecuentes con las pequeñas decisiones que tomamos, si la acción realizada la he realizado conscientemente o por un impulso venido “sabe Dios por qué”.

¡Somos lo que pensamos! Nuestros pensamientos nos predisponen a un tipo de acción determinado, en la observación de nuestros pensamientos y posteriores consecuencias encontraremos una información muy valiosa para poder tomar las riendas de nuestras vidas. ¿os habéis parado a observar el pensamiento antes de decir un “TE QUIERO”? ¿os habéis observado el pensamiento antes de introducir un trozo de comida en la boca? Esto es vida y en estos momentos puede ser de gran ayuda para conocernos mejor y para disfrutar del día a día tal como es.

Tener el control de nuestros pensamientos nos puede ayudar a mejorar nuestra SALUD día a día, acción tras acción, es el inicio del Despertar de la Consciencia, es el inicio de hacernos responsable de nuestra SALUD.

Al igual que los pensamientos, tener el control de nuestro alimentación que es el carburante de nuestro cuerpo físico es necesario y primordial.

¡Somos lo que comemos! Es una expresión que todos escuchamos con frecuencias, ahora bien, ¿somos conscientes de lo que comemos? La responsabilidad de la persona con su cuerpo físico en gran parte nace de aquí. ¿Se nos ocurriría echarle “caca-cola” a una planta? ¿Por qué no aprovechamos estos días que tenemos por delante para cuidar un poco la parcela bioquímica de mi cuerpo? 

Hay infinidad de herramientas terapéuticas, según nuestra forma de entender la salud, como son las físicas (ejercicio físico, ejercicio terapéutico, fisioterapia, osteopatía, RPG, miofascial, etc.), bioquímicas (corrientes alimenticias sobre hábitos de alimentación saludable, según creencias), energéticas (acupuntura, reiki, sonoterapia, etc.) y emocionales (terapias humanistas, mindfulness, meditación, flores de Bach, etc.) que nos pueden ayudar a mejorar nuestro SER en cada área. Los terapeutas no somos sanadores, ni curadores, ni curanderos, ni nada por el estilo, sólo somos acompañantes del proceso que con nuestras respectivas formaciones mostramos un camino que recorrer para equilibrar el organismo y que éste recupere la SALUD, el camino a recorrer es cosa de cada persona, nadie lo puede recorrer por ti, Hazte responsable de tu SALUD.

¡¡HAKUNA MATA, VIVE Y SE FELIZ!!

Aquí dejamos una tabla que puede servir como ejemplo.

Ej. Tabla de registro de acontecimientos.

La finalidad de un ejercicio como este es revisarlo después de escribirlo, y observarnos si nuestros pensamientos y emociones cambian después de la revisión.

Me gustaría recomendar el libro “EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO” de Viktor Frankl y “TÓMATE UN RESPIRO” de Mario Alonso Puig. En ellos encontrarás diferentes herramientas para observarte y conocerte.

Si tienes inquietudes y te apetece profundizar no dudes en contactar con nosotros por los diferentes canales de información www.institutoomnes.es, Facebook, Instagram o nuestro número de teléfono.

¡EL QUE PARA, REPARA!